Otros conceptos clave a destacar son los siguientes:
• Casi por definición, la raíz,
causa y consecuencia de este tipo de juego es la triangulación: buscar al
tercer hombre, pensar en la segunda jugada.
• Lo que empieza mal, termina
mal. Lo que empieza bien es más probable que termine bien.
No es casualidad que Barcelona
salga jugando desde atrás, pues a partir de jugar la pelota desde el fondo se
es más fácil construir y contagiar.
• El espacio, cual concepto
presente en el proceso de elaboración, es un jugador más.
El espacio es la referencia, es
la señal del próximo pase, es engaño, es fútbol puro. Donde hay espacio es
donde se rompen las líneas.
Por eso resultan tan clave los
extremos en el Barcelona: se abre la cancha, se genera espacio interior, se
rompen líneas.
• Uno tiende a pensar que se pasa
el balón innecesariamente, sin profundidad. Error. Se avanza en diagonal, no en
horizontal.
El pase horizontal tampoco está
necesariamente bien visto en el Juego de Posición. Es por ello que se prefieren
delanteros extremos (que permiten el pase hacia adelante) y no volantes
extremos.
• Lo interesante del mismo es que
también existe un margen gigante para la libertad: el jugador decide en qué
momentos quebrar con el pase y en qué otros hacerlo con la gambeta, con el
avance con pelota.
Rara vez exista un producto tan
acabado y tan arraigado a la esencia humana como resulta ser esta manera de ver
el fútbol.
Este bendito juego es un todo, un
continuo, una mezcla de geometría con creatividad, con arte, con entusiasmo,
con superación personal.
El Juego de Posición nos viene a
hacer sentir que todo ya estaba inventado desde tiempos inmemoriales, pero que
al mismo tiempo nos puede alegrar, sorprender, nos puede divertir.
Cuando éste aparece, por qué no
decirlo, la brisa y la piel de gallina que nos invaden son meros síntomas de
haberle visto la cara, al menos por 90 minutos, a la famosa perfección de las
cosas.