En
el año 1977, la Copa Mundial de la FIFA Argentina 1978™ empezaba a asomar en el
horizonte. Pero antes iba a bautizarse un torneo que, con el tiempo, se ha
convertido en el más importante en categoría juvenil: la Copa Mundial Sub-20 de
la FIFA.
Aquel
experimento inicial, en el que se disputaron 28 encuentros, ha ido creciendo
hasta convertirse en un gran evento en el que se juegan un total de 52
partidos. En aquella época, apenas un puñado de aficionados locales se
congregaban en las gradas. Hoy, el certamen está marcado en rojo en las agendas
de cazatalentos y seleccionadores.
La
22ª edición del torneo tendrá lugar en Polonia el próximo mes de mayo, pero
antes de que los astros emergentes pongan el balón en juego dentro de
exactamente 100 días, rindamos el debido homenaje a sus predecesores.
El
primer Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA —así se llamaba entonces— se
celebró en Túnez en 1977. El título fue para la selección de la antigua Unión
Soviética, en la que sobresalió el centrocampista Vladimir Bessonov. El ganador
del primer Balón de Oro adidas de la prueba protagonizó, a continuación, una
brillante carrera a nivel internacional: se colgó la medalla de oro olímpica en
1980 y participó en tres ediciones de la Copa Mundial de la FIFA: 1982, 1986 y
1990.
No
fue un mal comienzo, desde luego, pero nada comparado con la futura estrella
que emergió en Japón 1979. Un tal Diego Armando Maradona ofreció al mundo una
pequeña muestra de su formidable potencial, y guió hasta el trono a una
excepcional selección argentina.
Dos
años después, la Albiceleste no pudo revalidar el título en Australia. No
obstante, en aquel combinado de 1981 jugaba un delantero que, en el 86,
anotaría el gol decisivo en la final del Mundial absoluto: Jorge Burruchaga.
GENERACIONES INOLVIDABLES:
Años
más tarde, Yugoslavia deslumbró a los aficionados y se llevó el título de la
mano de una generación espectacular en la que destacaban los nombres de Robert
Prosinecki -mejor jugador del torneo- Zvonimir Boban, Predrag Mijatovic o Davor
Suker.
Otra
generación dorada que aún se recuerda es la que ganó en 1991 para Portugal.
Luís Figo, Rui Costa, João Pinto... llevaron el fútbol luso a lo más alto, como
harían en el 97 Juan Román Riquelme y Esteban Cambiasso con la Albiceleste, o
Xavi Hernández e Iker Casillas con España en 1999.
¿SABÍAS QUE ...?
Solo
seis futbolistas han conseguido ganar el Balón de Oro y la Bota de Oro adidas
en la historia de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA. El brasileño Geovani
(1983) fue el primero, y tras él igualaron la gesta los argentinos Javier
Saviola (2001), Leo Messi (2005) y Sergio Agüero (2007); así como el ghanés
Dominic Adiyiah (2009) y el brasileño Henrique (2011).
¿QUIEN
SEGUIRÁ LOS PASOS DE LOS MÁS GRANDES?
En
Turquía 2013, el ganador del Balón de Oro fue Paul Pogba, campeón con Francia y
que solo 5 años más tarde volvería a ser campeón del mundo, esta vez en Rusia
2018 con la absoluta. Esa edición contó con grandes talentos que juegan hoy en
los principales equipos de Europa, como Paco Alcácer (Borussia Dortmund), Harry
Kane (Tottenham Hotspur) o Josema Giménez y Saúl Ñíguez (Atlético de Madrid).
En
los últimos años, el torneo ha seguido sacando a la luz el talento de jugadores
hoy ya asentados en la élite del fútbol mundial, como el brasileño Gabriel
Jesus, subcampeón en Nueva Zelanda 2015 y un año más tarde medalla de oro en
Río 2016.
En
la última edición, celebrada en la Rep. de Corea en 2017, el gran público
descubrió al inglés Dominic Solanke —que ganó el Mundial con los jóvenes Leones
y ya ha dado el salto a la absoluta—, el uruguayo Federico Valverde (Real
Madrid), el estadounidense Josh Sargent (que ya suma 8 partidos con la absoluta
y juega en el Werder Bremen) o el francés Jean-Kévin Augustin (RB Leipzig).
¿Quién
tomará el testigo de estos jóvenes y dará el paso de promesa a estrella en
Polonia 2019? La respuesta, a partir del próximo 23 de mayo.
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