+ El seleccionador brasileño habló en exclusiva con FIFA.com
+ Temas: su rol y el rol de
Neymar en la recuperación brasileña
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En junio de 2016, Adenor Leonardo
Bachi, Tite, asumió como seleccionador de Brasil. Era un momento crítico para
el probablemente equipo más icónico del mundo: humillado en su Mundial en 2014
y fuera de los puestos de clasificación en las eliminatorias sudamericanas para
la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™.
Debutó en agosto en Quito ante
Ecuador. Siete meses y ocho victorias después, un Brasil arrollador se
transformó en la primer selección en acompañar a Rusia como clasificado.
Terminó ganando el clasificatorio con unos números en la era Tite apabullantes:
10 triunfos y 2 empates, 30 goles a favor y 3 en contra.
Expresión Deportiva habló en exclusiva con
el hombre que lideró el milagro brasileño. A continuación, la primera parte de
la entrevista con Tite.
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+ Si tuviese que hacer un
“ranking de felicidad” en su carrera. ¿En qué puesto estaría el post partido
ante Paraguay cuando se confirmó a Brasil mundialista?
De 1 a 10, en mi escala
profesional, digo un 8. Puede llegar a 10 por el desempeño y el crecimiento del
equipo con un título mundial.
+ Como se había iniciado todo,
¿fue más felicidad o alivio?
(Se ríe a carcajadas)
Inicialmente fue alivio. Nuestro proceso de recuperación lo fui viviendo con
alivio. Después se transformó en felicidad. Se inició contra Paraguay y terminó
contra Chile [última fecha] porque demostramos carácter y respeto por nuestro
trabajo y por el resto de las selecciones que estaban involucradas en la
clasificación.
+ Marcelo dijo hace unos meses.
“Le debemos todo a Tite porque él cambió todo” ¿Qué cambió?
Hay que entender esa declaración
de Marcelo como un simbolismo de agradecimiento, de devolución del trabajo
realizado de manera conjunta en un momento tan difícil para llegar a la
clasificación. Pero todo esto se debe principalmente a la calidad de los
futbolistas y también a un trabajo hecho por todo un grupo de personas, claro
que con mi responsabilidad, pero un staff que hizo que todo funcionara.
Además, en una forma diferente de
trabajar. Nosotros estamos hace 17 meses pero equivale a dos meses de trabajo
porque son pocas convocatorias, poco el contacto con los jugadores. El trabajo
del cuerpo técnico es diferente al de los clubes.
+ ¿Cuánto lo ayudó en su proceso
la medalla dorada en Río 2016 ganada pocos días de su debut? Pareció una
liberación tras el 2014.
Los Juegos Olímpicos le dieron
una experiencia muy importante a algunos jugadores como Neymar, Marquinhos,
Gabriel Jesús, Renato Augusto y terminaron ayudando la performance de la
selección brasileña. Ellos tuvieron una participación importante y esa
participación, ganar la medalla de oro, tuvo importancia después en la
selección mayor.
+ ¿Cómo ha conseguido mantener un
nivel tan alto durante tantos meses?
Desafiando a los futbolistas a la
excelencia, a ser cada vez mejores independientemente de que hubiesen
conseguido o no la clasificación. Desafiándolos a ser mejores que el rival, a
ser más competitivos, a ser más leales. La exigencia en el desempeño hace
elevar el nivel técnico. La exigencia por el resultado oprime, es lo que tira
para abajo. No tenemos el control del resultado final pero sí tenemos el
control del desempeño. Soy un técnico que exige un desempeño de alto nivel. Tal
vez este es el combustible para que esta selección quiera seguir creciendo.
+ ¿Cómo ha logrado sacar lo
máximo de Neymar?
No colocarle la responsabilidad
total de su situación ni enfrentarlo a la responsabilidad. Dividí con los
integrantes del equipo cada una de sus parcelas de responsabilidad. Si no es
muy fácil dejarle la responsabilidad a un top 3 del mundo. La responsabilidad
de todo lo que sucede es un poco de cada uno de nosotros. Y ahí las
individualidades, el talento creativo, van a aparecer. Hacer de eso una esencia
de trabajo colectivo, no individual.
+ Hay un Neymar que la torcida no
conoce. ¿Qué le sorprendió de ese Neymar que usted tampoco conocía antes de
trabajar con él?
Técnicamente, la gran capacidad
de pase. Deja a los compañeros de cara al gol en situaciones imprevisibles.
Antes lo veía por sus fintas, su habilidad, su capacidad para el gol, pero no
tanto por sus posibilidades de pase. Eso me sorprendió. Como ser humano, el
gran corazón que tiene. Es un chico de bien. Tiene un aspecto solidario que
pocas personas conocen.
+ El 7-1 ante Alemania fue un
cimbronazo para el fútbol brasileño. ¿Le influyó algo en su trabajo? ¿Lo hizo
reflexionar?
La búsqueda de la evolución en un
entrenador es constante. Lo que tuvo ese resultado fue una cobranza para los
técnicos brasileños muy grande. Así como para los jugadores que perdieron la
Copa del Mundo fue demasiado grande, para los técnicos derivó en una búsqueda
de un conocimiento y de un crecimiento mayor, de una evolución táctica y
metodológica. De búsqueda de equiparación, de intercambio de información con
técnicos europeos. De una formación mejor.
+ ¿Qué tiene el puesto de seleccionador que no imaginaba?
+ ¿Qué tiene el puesto de seleccionador que no imaginaba?
Imaginaba que la presión era
grande pero no que era así tan grande. La responsabilidad, el peso de lo
popular, cuánto moviliza a un país. Una cosa es la teoría y otra es vivirlo.
+ ¿Cuánto le cambió la vida en
este último año y medio?
Confieso que estoy un poquito más
recluido. La falta de privacidad me incomoda un poco. Estoy un poco más en
familia, un poco más en casa, leyendo libros, viendo los partidos por
televisión, un poco de cine… Mi vida era un poco así pero ahora intento tener
algo más de privacidad.
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