Lionel Messi llega con Argentina
a su tercera final (los anteriores fueron en el mundial de Brasil 2014 y la
Copa América del 2015). Con 55 goles, superó a Gabriel Batistuta como el máximo
goleador de la albiceleste.
La gran figura que tiene el
equipo del Tata Martino, quiere levantar la Copa América Centenario, en la
final ante Chile, reeditando la definición que ocurrió el año anterior, donde
los trasandinos se quedaron con el trofeo en la definición por penales.
¿Cómo te sentís y cómo vivís la
antesala a una nueva final, Leo?
-Pienso que lo que hizo este
grupo, llegar a tres finales seguidas, es algo impresionante. Ojalá que se nos
termine dando ganarla porque nos la merecemos.
¿Por qué no celebraron tanto este
pasaje al partido definitivo?
-Porque el objetivo era llegar a
la final. Mucho más cuando venís de dos seguidas... Siempre queremos más y por
eso hoy estamos en otra. Ojalá, insisto, que podamos levantar esta Copa que
tanto deseamos.
¿Por qué este grupo llegó a la
tercera definición consecutiva?
-Porque se lo merece, porque
trabajó mucho, porque hizo las cosas muy bien desde el primer partido contra un
rival muy duro como Chile, porque fue creciendo en esta Copa en lo defensivo
como en lo ofensivo, porque fue mejorando... Y porque tiene muchas ganas y
mucha ilusión por esta Copa. Merecidamente estamos en otra final.
Contra Estados Unidos jugaron
como le gusta al Tata: menos pragmatismo y más posesión de pelota.
-Sí, por cómo se dio el partido
también, ya que nos tocó hacer el primer gol rápido y el segundo, enseguida.
Encontramos los espacios para tener más la pelota y hacerla circular de un lado
a otro. Hicimos un partido completo.
El récord ya es tuyo. ¿Qué
sensación tenés después de haber superado a Batistuta?
-Estoy feliz de estar ahí, de
haber conseguido ese récord. Aunque estamos acá por otra cosa...
¿Cuándo decidiste patear ahí el
tiro libre?
-Lo estaba analizando mientras me
ataba los cordones. Y después, cuando vi la barrera y cómo estaba parado el
arquero, le pegué ahí porque pensé que Guzan iba a dar el pasito.
¿Te sentís mejor que antes de la
final del año pasado en Chile?
-Me siento igual. En las
anteriores también llegábamos de una buena manera y se perdieron por detalles,
como ya lo dijimos muchas veces. Pero creo que ahora llegamos muy bien.
¿La diferencia es la barba,
entonces?
-Noooo, ja, ja.
¿Está más maduro el equipo?
-De todo se aprende. Llevamos un
año más de trabajo, nos hicimos más fuertes como grupo, como equipo y crecimos
muchísimo en varios aspectos. Y más allá de que no se ganó, todo lo que nos
pasó nos sirvió.
¿En este torneo juegan contra los
rivales y también contra las lesiones?
-Sí. Lamentablemente tuvimos dos
lesiones importantes. La de Pocho fue una desgracia y la de Augusto se dio casi
terminando el partido. Haber perdido a dos jugadores, por cómo estaba el
partido, es una lástima. Pero no tengo dudas de que al que le toque entrar, lo
va a hacer de la misma manera.
¿Se vienen días difíciles para
dormir por la ansiedad?
-La verdad que no. Estamos muy
tranquilos, muy relajados. Tenemos días de descanso hasta la final, cosa que no
nos pasó porque hubo poco tiempo entre cuartos y semifinal. Hay que descansar y
preparar bien el partido.
Más allá de que era el objetivo,
no parece fácil estar en tres finales al hilo.
-No es sencillo. Venimos de dos
anteriores y aunque uno se queda con ganar o no ganar, estar en tres finales
seguidas tiene mucho mérito. Ojalá esta vez lo podamos coronar.
Más allá de lo que pase el
domingo,
¿creés que hay que valorar el hecho de haber llegado?
-A esta altura lo que importa es
ganar. Y la gente lo ve de esa manera. Tenemos una tercera oportunidad y todos
queremos es ganar.
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